Virtudes Cristianas
Humildad:
Es Sencillez.
Es ubicarnos en nuestra propia Realidad, sabiendo que siempre hay Alguien con más Cualidades que nosotros, al igual que nosotros Tenemos más Talentos que otras Personas.
Este Equilibrio nos lo dicta la Consciencia, tanto para Evitar que nos Sintamos Más que los demás como para utilizar nuestros dones en Beneficio de Otros.
Por consiguiente, el Bienestar Común tiene preferencia Sobre nuestro Egoísmo para evitar llegar a la Soberbia.
Generosidad:
Cuando somos pequeños sólo en nuestras necesidades podemos pensar y eso a través de la Vida nos Vuelve Egoístas, pero si con el paso del tiempo adquirimos la Consciencia de Ayudar a Quienes lo Necesitan, Sin Esperar Algún Pago o Algo a Cambio, Alimentamos Nuestro Espíritu y nos Damos Cuenta de que Mientras Más Damos Más Tenemos. Esta situación, propicia que aparezca en nosotros la Gratitud. La cual, nos Motiva a Compartir con Alegría todo lo que Tenemos y Disfrutamos.
De esa manera, evitamos que el Egoísmo nos haga llegar a la Avaricia.
Castidad:
Al nacer somos Castos y Puros porque estamos en un Estado de Abstinencia.
Con el paso del tiempo de Manera Instintiva vamos dejando la Abstinencia y Empezamos a Disfrutar Placeres Sensuales y Sexuales en esta deliciosa Realidad Sensorial.
Cuando alguien nos guía y/o atendemos a la Consciencia, Practicamos la Abstinencia para Evitar Daños en Nosotros y en los Demás.
Por ejemplo: contraer una enfermedad venérea, tener un embarazo no deseado o sufrir un abuso sexual.
A su debido tiempo, la Consciencia nos guía para Compartir ese Placer con Cuidado y en Acuerdo con Otra Persona para Satisfacernos Mutuamente.
En caso de no tener una guía y/o no atender a nuestra Consciencia, aparece el Egoísmo que nos hace apegarnos tanto al placer que llegamos a los Excesos, Abusando de nuestro Cuerpo y del de Otras Personas, por medio de Exigirles que Satisfagan nuestros Deseos Egoístas e Inmoderados.
Eso es la Lujuria que ocasiona Intranquilidad y Conflictos en nosotros mismos así como en las demás Personas.
Es innegable que, el Deleite de los Placeres Sensuales y Sexuales a todos los Seres Humanos nos Atrae y a Muchos Nos Atrapa, Perdiéndonos en el Camino del Exceso.
Cuando ya se tienen problemas por practicar el Sexo de Manera Inmoderada, puede recapacitarse si acaso uno mismo se da cuenta de los daños que se causa a sí mismo y a los demás.
En tal situación, la Consciencia motiva a comenzar desde el principio: Abstenerse durante un tiempo para Meditar en la Verdadera Necesidad y no en los Deseos Egoístas, así como en el Cuidado que se le debe dar al Cuerpo de uno mismo y al de las Demás Personas para Satisfacernos de Manera Justa.
En realidad, muchas veces eso llega a convertirse en una Lucha Constante Dentro de Uno Mismo.
Por ello, la Castidad es una de las Virtudes más difíciles de conseguir, pero se logra con el paso del tiempo y practicando otras Virtudes como la Fe, la Perseverancia, la Fortaleza, la Justicia y la Templanza.
Cabe mencionar que, los Problemas Sexuales son una de las Tres Principales Causas de Conflicto en los Seres Humanos junto con los Problemas de Dinero y Prestigio.
Dentro del mismo contexto, hay personas que Creen Ser Lujuriosas porque pasan mucho tiempo Pensando en el Sexo, pero no es del todo cierta esa apreciación, ya que la Lujuria implica una Acción Desenfrenada y es más frecuente estar en un Estado de Abstinencia o Castidad que en un Estado de Lujuria, aunque se esté pensando en sexo. ¿Existe mucha diferencia entre un Pensamiento y un Acto, no es así?
Tal vez lo dudes, pero ¿Qué pasa después de Satisfacer Plenamente Tus Deseos Sexuales y haber tenido Tu Orgasmo?... ¿Te Deleitas en el Éxtasis y ya no Piensas en Sexo? o ¿Te Sientes Insatisfecho y Vuelves a Pensar en Sexo?...
La Satisfacción y la Insatisfacción son los Dos Extremos del Placer que rigen la Fuerza Sexual (Libido) y el Deseo que genera la Mente, Equilibrándolos o Desajustándolos y llevando a la gente a la Felicidad o a Crearse Conflictos. Todo depende únicamente de la Cordura de cada Persona.
Debido a que no se tenga Satisfacción Sexual o porque se Desee Más Placer Sexual, es común que mucha gente viva obsesionada e insatisfecha, incluso que inventen fantasías para Aparentar Satisfacción o Felicidad, ante los demás.
Por ejemplo, a causa de las Fantasías Sexuales más recurrentes que existen podemos hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Es verdad que alguien tenga tanta Fuerza Sexual como para durar mucho tiempo en un mismo coito o tener varios coitos seguidos sin agotarse, ni dañar su piel y sin afectar el funcionamiento normal de sus órganos genitales?
- ¿Es sincero que alguien diga que tiene varias parejas y pueda satisfacerlas a todas plenamente, sin tener conflictos familiares, sentimentales y/o emocionales con ellas?
- ¿Puedes Meditar y llegar a un Entendimiento Justo entre la Realidad, la Exageración y la Mentira, respecto al sexo?
La experiencia Nos Enseña que lo mejor es aprender a Satisfacernos Plenamente a su Debido Tiempo y Valorar Todos Nuestros Momentos de Placer para No Vivir en la Insatisfacción.
Asimismo que, No Es Pecado Ninguna Práctica Sexual cuando se hace con Amor, Ternura y en Mutuo Acuerdo.
En caso contrario, por estar Insatisfechos se puede dar paso a la Lujuria y Desatender el Desarrollo de Nuestra Alma.
Eso, es un Pecado en Contra de Nosotros Mismos y también puede serlo Contra Otras Personas.
¿Distingues con claridad la diferencia entre la Satisfacción Justa y la Satisfacción Egoísta?
Paciencia:
Cuando Somos Egoístas y/o Estamos Insatisfechos en alguna de Nuestras Necesidades y/o Deseos Inmoderados, no sólo Pedimos las cosas, sino que las Exigimos; y cuando no las obtenemos en el Momento que las Queremos nos Frustramos y Enojamos, Perdemos la Cordura, Ofendemos y Lastimamos a otras Personas.
Al paso del tiempo, el Egoísmo y la Frustración nos Vuelven Compulsivos, Iracundos y Agresivos, ocasionándonos Serios Problemas con los demás.
Ante tal situación, la Consciencia nos invita a Ser Mesurados y Fortalecer nuestra Esperanza, por medio de Intuir con Certeza que llegará el momento correcto para satisfacer nuestras Necesidades y Deseos Moderados.
Con lo cual, vamos aprendiendo a Valorar lo que tenemos, Disfrutar con Calma las cosas que obtenemos y Saber Elegir lo que realmente podemos obtener por nuestros recursos.
De esa manera, la Consciencia nos Ubica, nos Enseña a Valorar y Tener Paciencia, contrarrestando la Ira.
Templanza:
En la práctica, es Moderación en todo lo que Hacemos, Comemos y Bebemos, ya que la Consciencia nos permite observar y prevenir daños que podemos causarnos a nosotros mismos y a los demás por dejarnos llevar por nuestros Deseos Egoístas, nuestros Excesos y Compulsiones.
Por lo tanto, practicando la Templanza en nuestros Actos evitamos la Gula y otros Excesos.
Caridad:
En la práctica, es Mejor Dar Que Recibir. Es Dejar de Desear lo que Tienen los Demás y Valorar lo que Uno Tiene, a través de darnos cuenta de que hay quienes no tienen lo que nosotros poseemos y que gracias a apoyar a otros a lograr sus propios propósitos nosotros Alimentamos nuestro Espíritu, nos Fortalecemos y Colmamos de Dicha nuestro Ser.
Por resultado, de nuestro Espíritu Brotará la Gratitud que nos motivará a Practicar el Amor Verdadero en todo lo que Pensemos, Hablemos y Hagamos.
De esa manera, Amaremos a las demás Personas tal como Nos Amemos a Nosotros Mismos y alejaremos uno de los peores Defectos Humanos: la Envidia.
Diligencia:
Cuando nos dejamos llevar por la Pereza y no hacemos algo para beneficio nuestro y de los demás, No Alimentamos Nuestro Espíritu y perdemos oportunidades valiosas para encontrar la Felicidad. La cual, se Obtiene al Satisfacer Nuestras Necesidades y Deseos Moderados.
Además, sin hacer nada Nos Abatimos y Deprimimos, pero la Consciencia por medio de la Diligencia nos da la Voluntad para Activarnos, Levantarnos, Salir de nuestra Zona de Confort y hacer algo que pueda Alimentar nuestro Espíritu, ya que este siempre nos da la Fuerza para ir en busca de la Satisfacción de nuestras Necesidades.
La Diligencia, es el Ímpetu del Espíritu que nos Impulsa todo el tiempo a buscar nuestra propia Felicidad, Alimentar Nuestro Espíritu y Alejar la Pereza de nuestros Actos.
Job Moderno