La Felicidad
La Felicidad, así como el Amor y la Paz, son Estados de Ánimo propios del Espíritu Humano y existen en nuestro Ser desde que nacemos.
Dichos estados son producto de la Poderosa Energía Espiritual que se demuestra espontáneamente con una Bonita Actitud, con Actos Amables y una Sonrisa Afable hacia todas las Personas de nuestro entorno sin condición alguna. ¡Esto mismo es lo que Conserva y Aumenta esa Maravillosa Energía!
Eso sucede principalmente cuando somos niños y sólo pocas Personas al llegar a la edad adulta se comportan de esa manera, ya que en el transcurso de nuestra Vida vivimos experiencias que nos llevan a sustituir dichos estados por Tristeza, Miedo e Intranquilidad debido al Resentimiento, Sentimiento de Culpa, Miedo y Odio que se generan en las vivencias desagradables y/o dolorosas.
Por esa razón, ¡Vamos dejando de demostrar esos Estados de Ánimo y la Maravillosa Energía que los genera se va Debilitando y Agotando, ocasionando incluso que poco a poco leguemos a la Depresión!
¡No es teoría, te invito a Meditar al respecto para que lo contemples por ti mismo(a)!
Cuando cambia la Manera de Ser que teníamos de niños empezamos a depender de cosas externas a nosotros mismos para sentirnos por momentos Alegres, Mostrarnos Cariñosos y estar Tranquilos. ¿No es verdad?
Nuestra Manera de Ser es nuestra Propia Personalidad que es constituida por nuestro Ego. Sin embargo, nuestra Personalidad llega a impregnarse de 5 componentes del Egoísmo Humano que conforman en muchos Seres Humanos una Personalidad Despersonalizada, Una Falsa Personalidad, Una Máscara, Un Camuflaje, pero la Soberbia No Nos Permite Aceptarlo. ¿No es así?
Los 5 componentes citados son: Soberbia, Sentimiento de Culpa, Resentimiento, Miedo e Ira. ¡Estos son los Únicos Enemigos del Espíritu Humano!
¡Para regresar a la Felicidad, al Amor y la Paz, necesitamos Volver a la Inocencia!
La Inocencia es un estado de Consciencia donde no existe Soberbia, ni Resentimiento, ni Sentimiento de Culpa, tampoco Miedo ni Ira, tal como como estaba cuando fuimos niños. ¿Lo recuerdas?
Si te sientes solo, triste, deprimido, te conmiseras, culpas a los demás de tu situación y no quieres hacer nada para beneficio tuyo ni de los demás, ¡este es el momento de Regresar a la Inocencia!
¡Tira lejos de ti todo lo negativo que hayas aprendido y no hagas más caso a los deseos egoístas que a la frustración te han conducido!
¡Ya no sufras por lo que perdiste o no obtuviste!
¡Vuelve a dar tu Amor desinteresadamente a través de hacer cosas de Provecho para ti y para todas las Personas de tu entorno, sin excepción!
¡Dando es como recibimos!
Te invito a comprobar por ti mismo(a) esta Magnífica Facultad Humana: El Espíritu Se Alimenta Por Medio De Hacer Cosas Positivas Para Ti y Los Demás, y Su Energía Aumenta Cuando Lo Hacemos y Disminuye al Dejarlo De Hacer. Este Es Nuestro Alimento Espiritual, "Nuestro Pan De Cada Día"
¡Tu decides con qué alimentar tu Espíritu, con los 5 componentes del Egoísmo o con acciones positivas!
¡Cuando Lo Hagas Como Una Costumbre Te Garantizo Que Serás Feliz Nuevamente, Vivirás en Armonía, Tendrás Paz y La Alegría Se Reflejara En Todo Tu Ser!
ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS:
Señor, haz de mí un instrumento de tu Paz
Donde haya odio, lleve yo Amor,
Donde haya ofensa, lleve yo Perdón,
Donde haya discordia, lleve yo Unión,
Donde haya error, lleve yo Verdad,
Donde haya duda, lleve yo Fe,
Donde haya desesperación, lleve yo Esperanza,
Donde haya tinieblas, lleve yo Luz,
Donde haya tristeza, lleve yo Alegría,
Oh, Maestro, que no busque yo tanto
Ser consolado como Consolar,
Ser comprendido como Comprender
Ser amado como Amar
Porque Dando se Recibe,
Olvidando se Encuentra,
Perdonando se es Perdonado y
Muriendo se Resucita a la Vida Eterna.
¡Amén!
Job Moderno